LOS LUNÁTICOS: INVENTORES DEL MUNDO MODERNO
En la segunda mitad del siglo XVIII un grupo de científicos, inventores y pensadores se reunían para cambiar el mundo. La mayoría procedían de familias humildes y vivían alejados de los centros de poder.
Eran la sociedad lunar y bromeaban entre ellos llamándose lunáticos. Este nombre vino dado porque siempre se reunían en luna llena para tener luz suficiente para volver a casa.
Los miembros de este grupo sentían gran pasión por la ciencia, y veían que ésta era necesaria para mejorar el mundo. Esto les convirtió en el motor de arranque de la Revolución Industrial.
Mezclando ciencia, arte y comercio, estos hombres construyeron fábricas, maquinas de vapor, emplearon nuevos medicamentos, elevaron globos, construyeron canales, bautizaron plantas, etc. Cambiaron la cara de Inglaterra y la del resto del mundo.
Eran 5 integrantes:
Erasmus Darwin: médico, inventor y poeta y pionero de la teoría de la evolución, la cual fue desarrollada, más tarde por su nieto Charles Darwin.
Josiah Wedgwood: Ambicioso ceramista y el abuelo materno de Charles Darwin.
Matthew Boulton: Flamante director de la primera gran fábrica de Inglaterra e inventor del sistema monetario antifraude.
James Watt: Socio de Boulton y conocido mundialmente por inventar la máquina de vapor.
Joseph Priestley: Pastor anglicano que descubrió el oxígeno e inventó, entre otras cosas, la goma de borrar y el agua carbonatada.
Originan un cambio de lo rural a lo urbano. Los movimientos de protesta de la clase obrera provocaron transformaciones sociales que hoy continúan. Todos ellos se entregaban a un conocimiento común que les permitió llegar a los límites de su época. Podemos ver en todos ellos algo muy común, la confianza y la pasión con la que realizan las cosas y se entregan a ellas.
A partir de la ya citada Revolución Industrial, se produjo un cambio bastante grande en la sociedad. Se pasó de una economía agraria a una industrializada. La máquina de vapor jugó un gran papel en esta revolución, ya que permitió un incremento de la producción sin coste en el personal. La Revolución Industrial produce un gran desarrollo demográfico. Esta revolución también trajo consigo muchos aspectos negativos, como pueden ser la desigualdad de sexos y el no valorar a los ancianos, los cuales debemos paliar. Actualmente las nuevas formas de comunicación están transformando de nuevo nuestra sociedad.
Surge de este modo, un interrogante: estamos viviendo, tal vez, ¿una tercera revolución?
Surge de este modo, un interrogante: estamos viviendo, tal vez, ¿una tercera revolución?
La mayoría de los filósofos trabajaron como verdaderos científicos multidisciplinares. Las innumerables transformaciones sociales hizo que los nuevos científicos se tuvieran que especializar en diferentes ámbitos: físicos, químicos…
Aristóteles escribió tratados sobre todo aquello que era susceptible de ser objeto de reflexión, tanto humanidades, como ciencias.
A partir del siglo XIX surgieron los especialistas ya que la ciencia ya había acumulado demasiados conocimientos generales, siendo en el siglo XX cuando aparecieron las especialidades dentro de cada uno de los campos. Puede que unas especialidades no tienen nada que ver con las otras, pero siempre se complementan y para ello es necesario que exista la capacidad de comunicación y que se compartan los conocimientos.
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