viernes, 25 de marzo de 2011

Artículo: Eroski Consumer

Artículo EROSKI CONSUMER
Se está empezando a llevar a cabo una vida cada vez más ralentizada para saber cómo gestionar el tiempo de la mejor posible. Este fenómeno se asocia al término “slow” (educar despacio).
Frente a esta afirmación se sitúa la educación acelerada, (identificado por el pedagogo Juan Domenech) con el fin de educar mejor, con programas sobrecargados y objetivos que han de ser alcanzados en un lapso de tiempo anterior al previsto.
Las consecuencias no son satisfactorias, el ritmo rápido, los objetivos a corto plazo y la presión, provocan "situaciones insostenibles, pérdida de creatividad y estrés tanto en alumnos como en profesores. Lo más importante de todo es que no genera igualdad, porque solo unos pocos pueden aguantar el ritmo.
La propuesta slow se basa en que las actividades han de realizarse de manera más flexible para que tengan un sentido común. Según menciona Domenech, "las actividades educativas tienen que definir el tiempo para ser realizadas, y no al revés".
El llamado "slow education" apuesta por atender las características individuales para fomentar métodos de enseñanza mejores para el alumno.
La solución a este problema escolar de presión o bajas notas escolares puede solucionarse a través del modelo educativo finlandés, en que los niños no tienen deberes, tienen menos horas lectivas y sus calificaciones son mejores. Esto se debe en gran parte a la estimulación dada al alumno, que se siente confiado en sus posibilidades.
Los padres tienen un roll con sus hijos de organizarles todas las actividades que hagan durante un día, sometiéndoles a una presión demasiado elevada. El objetivo de los padres es que sus hijos triunfen en la vida, pero no se dan cuenta que no pueden soportar el ritmo y puede conllevar a fracaso.
Están dominando y controlando las vidas de sus hijos. Esto se debe quizá, desde nuestro punto de vista, a que pretenden que sus hijos superen las frustraciones pasadas que ellos no pudieron lograr.
La solución a este dominio de los padres, se puede encontrar en respetar los tiempos libres de los niños para fomentar su creatividad.

Trabajo realizado Aarón Gómez Romero y Miguel Juárez Garrido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario